
Fue en 1997 y en la “boca del lobo”- en el Palais de Découverte de París – donde Vladímir Ígorevich Arnold (1937- 2010) impartió la conferencia Sobre la enseñanza de las matemáticas.
Había pasado un cuarto de siglo desde el delicioso alegato ¿Por qué Juanito no sabe sumar? El fracaso de la matemática moderna. (1973) realizado por Morris Kline contra la reforma de la enseñanza y el aprendizaje conjuntista “moderno” de las matemáticas escolares. El desastre fue tal que todavía en 1997 no se habían apagado las brasas de tan sonoro fracaso.
Arnold, como Kline, aspira a un aprendizaje de las matemáticas pegado al terreno que contribuya a percibir la belleza y utilidad de la disciplina. La conferencia empieza con una boutade provocadora: la matemática es una parte de la física.
Con sarcástica ironía Arnold nos advierte de que si enseñamos a odiar las matemáticas puede que alguno de nuestros alumnos llegue a ministro de educación.
El desastre de la reforma “bourbakista” fue corregido con rapidez pero dejó una victima que no se ha recuperado: la geometría.
Mi opinión personal: el movimiento por reformar la educación matemática era necesario pero fue tanto prematuro como en sentido opuesto. El resultado ha impedido acometer los cambios que requiere una educación matemática para todos en la sociedad de la información. Arnold anticipa algunas ideas.
Me he permitido traducir tan estimulante conferencia: